ZHANG YIMOU,
GENIO CINEMATOGRÁFICO INAPELABLE
MARIAN PIDAL
ZHANG YIMOU
'ZHANG YIMOU, UN ESPÍRITU LIBRE'
China
está en deuda con Zhang Yimou y difícilmente podrá pagar la magna obra de uno
de los cineastas más insólitos de las últimas décadas. En realidad, la cultura,
en cualquier esquina del planeta, le debe gratitud por conseguir transmutar
productos industriales en obras de arte exclusivas.
Nacido
el 14 de noviembre de 1951 en la ciudad de Xi’an, Yimou cambió una existencia acomodada
por el duro trabajo en una fábrica textil.
Durante una década fue uno más de
los millones de obreros de la China maoísta. Su paso por la Academia de Cine de
Pekín descubrió unas dotes innatas para el dibujo y la fotografía y una
sorprendente sensibilidad para corporeizar y sublimar lo intangible.
Realizador
curtido al abrigo de la Quinta Generación del cine chino, la obra de Yimou se
bifurca en dos líneas expresivas. La primera, extrovertida, quimérica y barroca,
es la del 'wuxia'. En ella exalta las crónicas de aventuras y las artes marciales.
Con estas premisas rodó 'Hero', 'La casa de las dagas voladoras' y 'La
maldición de la flor dorada'. La segunda, introspectiva, realista y más
contenida, se adentra en el relato austero y conmovedor que se proyecta en 'Sorgo rojo', 'Ju Dou: Semilla de crisantemo', 'La linterna roja', 'Ni uno
menos' y 'El camino a casa', seguramente las mejores cintas de su filmografía.
Zhang Yimou es un director extremadamente minucioso que ilumina los planos con el mimo de un pintor miniaturista. En sus creaciones las texturas cobran vida; los colores esconden simbolismos; los espacios rezuman exuberancia o se contraen hasta el minimalismo; los sonidos trascienden el pentagrama para controlar el discurso dramático.
El
cine de Yimou siempre ha perseguido la libertad y algunos de sus trabajos le han
granjeado críticas corrosivas y censuras indigestas en su país. Emotivo y
directo, ha escrutado abiertamente cuestiones controvertidas como la pobreza de
la vida rural; la deshumanización de las populosas urbes; los entramados de la
mafia y la revolución de Mao. Pero el auténtico motor de su inagotable
creatividad es el respeto incondicional a la mujer, habitualmente noble, valiente,
generosa, rebelde. Raras veces, intrigante, interesada o desleal. Siempre digna
y fuerte.
Para sus personajes femeninos más convincentes Yimou
eligió a Gong Li, su musa; la jovencísima Wei Minzhi, y Zhang Ziyi, una de las
actrices más respetadas del cine asiático.
Gong Li abrumó al jurado del Festival Internacional de Cine de Berlín en 1987 con 'Sorgo rojo'. La tímida muchacha que abandona su hogar para casarse con un comerciante debilitado por la lepra, se enamora de un hombre decidido que la escolta hasta su nueva casa. Buen pretexto para seducir al espectador con la intensidad dramática que Li imprime a cada escena. Enfrentada a un cúmulo de adversidades con final trágico, la joven inocente se convierte en una mujer resolutiva y heroica. Filme deslumbrante.
'Ju
Dou: Semilla de crisantemo' fue la primera película china que optó a un Oscar en
1990. No lo ganó pero recibió galardones en Cannes y Valladolid. Aquí, Gong Li
vuelve a probar el acíbar de un matrimonio desgraciado. Esclava, más que
esposa, vive con un viejo miserable que la humilla sádicamente. Busca refugio
en un sobrino del marido y del adulterio nace un hijo, en apariencia
insignificante, que será el detonante de un nuevo drama. Li asume su rol con la
crudeza de un ser destinado a sobrevivir entre abusos y brutalidades. Asombroso.
'La
linterna roja', en 1991, cuenta la historia de cuatro mujeres que compiten por el
favor de un marido prepotente. Se someten a sus caprichos por el placer
mezquino que supone desbancar a la rival. Gong Li, la cuarta esposa, recién
llegada a la mansión-fortaleza, se asfixia en una cotidianeidad sometida a
reglas incoherentes encalladas en la rigidez y la hipocresía. Los planes que
urde para atraer al esposo fracasan estrepitosamente y la sumen en la demencia. Mágico.
En
1999, Wei Minzhi interpreta a una adolescente de trece años que en 'Ni uno
menos' se hace cargo de una desvencijada escuela rural. Casi una niña, lidera con
mano firme a un puñado de chiquillos que la empujan a situaciones agobiantes. Cuando
uno de sus alumnos huye a la gran ciudad, la maestra lo busca angustiada. Con tenacidad
logra devolverlo indemne a la aldea. Entrañable.
También
en 1999, Zhang Ziyi encarna en 'El camino a casa' a una campesina perdidamente
enamorada del maestro del pueblo. Campesina y maestro tejen una historia de
amor poética, jalonada de pequeños detalles que hacen del filme una filigrana
visual y sonora apabullante. Como siempre, el cineasta se acerca al modelo
femenino con admiración y delicadeza. Prodigioso. Y Zhang Yimou… memorable.
ZHANG YIMOU,
14-XI-1951, Xi'an, China.
Director de cine, fotógrafo y dibujante.
Este artículo fue escrito en 2014 por MARIAN PIDAL para el periódico 'El Comercio', de España.
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