MUJERES Y HOMBRES CON MAQUILLAJES ARTÍSTICOS, RITUALES, ÉTNICOS...
POLVERAS MÁGICAS
MARIAN PIDAL
La historia del maquillaje discurre estrechamente unida a la de la Humanidad.
Desde la Prehistoria hasta la actualidad, mujeres y hombres han recurrido al maquillaje por estética, sacralidad, belicismo, trabajo, ritos o tradiciones étnicas. ¿Cómo ha sido este largo viaje?
BETTY GRABLE
Fuente: Susan Lugiai
PREHISTORIA
VENUS de LESPUGUE
Existen muchas dudas acerca del uso que se daba al maquillaje hace miles de años. Los estudios arqueológicos demuestran que nuestros primeros antepasados de ambos géneros pintaban sus cuerpos.
Los neandertales usaron cosméticos con anterioridad a la migración humana de África a Europa.
En Sudáfrica existen cuevas rupestres que carecen de dibujos en sus paredes. Sin embargo, el hecho de que en dichas oquedades se encontraran pinturas rojizas y ocres con una antigüedad de 125000 años, abre una hipótesis consistente. Tal vez esos colores eran los cosméticos prehistóricos que se aplicaban directamente sobre la piel para embellecerse; celebrar rituales; camuflarse o ahuyentar al enemigo.
ANTIGUO EGIPTO
MAQUILLAJE EGIPCIO
Considerado por muchos estudiosos del tema como el primer vestigio claro de maquillaje embellecedor, el Antiguo Egipto revolucionó los hábitos cosméticos practicados hasta entonces.
El pueblo egipcio ponía especial interés en resaltar los ojos, labios, mejillas y uñas de las manos.
OJOS: En el año 4000 antes de Cristo utilizaban kohl; un delineador que se aplicaba alrededor del ojo para darle forma de pez. También usaban sombras de color verde, tonalidad que extraían de la malaquita y que asociaban a los dioses Ra y Horus.
El kohl formaba parte indispensable del aspecto de los faraones y miembros relevantes del pueblo. Este eyeliner simbolizaba poder y riqueza. No obstante, su uso se extendió entre todas las capas de la sociedad ya que se le atribuían poderes desinfectantes y protectores.
CONTENEDOR EGIPCIO DE KOHL
de
LA REINA TIYE
LABIOS: A los egipcios se les atribuye la creación y uso de las primeras barras labiales 'rouge'.
MEJILLAS: Era costumbre llevarlas teñidas de ocre rojo.
UÑAS: El esmalte de uñas dejaba patente el estatus, más o menos elevado, de quien las llevaba.
Caracterizada como CLEOPATRA
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GRECIA CLÁSICA
En gran medida, el hombre griego buscaba una esposa discreta cuya existencia se circunscribía a defender la virtud del Hogar. Siempre hubo excepciones.
La mujer carecía de presencia en la política y en puestos de trabajo relevantes. Así las cosas, su maquillaje debía ser austero. Pintaban las mejillas con coloretes bermellón extraídos de algas y cuidaban con pulcritud el entrecejo, siempre depilado a la perfección.
Mención aparte tenían las cortesanas, habituales en fiestas y negocios; por fuerza, iban profusamente maquilladas.
Fuente: Divino Maquillaje
ROMA IMPERIAL
La Roma Imperial trajo consigo grandes avances en el campo de la cosmética; al menos para las clases privilegiadas ya que sirvientes y campesinos no utilizaban maquillaje.
Las mujeres patricias, habituadas ya a participar en banquetes privados y actos públicos, atendían con esmero la apariencia externa.
Colorete suave en las mejillas; ojos perfilados con hollín; entrecejo despejado; toques de maquillaje a base de plomo; pétalos de amapola y rosa para enrojecer los labios; el cabello rizado peinado con mimo por la 'ornatrix'... Pero, ¿Cuánto tiempo y cuántas personas se necesitaban para estos rituales, vestimenta aparte? La respuesta es: mucho y muchas.
En lo más alto de la escala social hubo damas que recurrieron a 'cosmetae' o 'protomaquilladoras'. Se cree que la esposa de Nerón, Popea, necesitaba casi cien esclavos diarios para embellecerse. Obsesionada por lucir la tez blanca, le aplicaban mascarillas, recurría al plomo, tiza y leche de burra además de limón para disimular las pecas.
Los hombres prominentes también se maquillaban. Sobre la piel aclarada con polvo, solían cubrir las mejillas con pinturas rojas.
Pintaban las uñas con un producto extraído de la combinación de sangre y grasa de cerdo. Pensemos que el color de las uñas simbolizaba el rango social. Los romanos, además, pintaban las zonas sin cabello para disimular la calvicie.
Para el gran poeta Ovidio el maquillaje y su ceremonial eran muy importantes. Recomienda a las mujeres que lo realicen en privado, siempre ocultas de maridos y amantes.
En su libro III del 'Ars Amatoria', Ovidio se convierte en un eficiente consejero en temas de belleza que muchas mujeres romanas pusieron en práctica. Por ejemplo: 'El arte favorece a la hermosura si está disimulado'.
Ovidio escribió acerca de cremas hidratantes para el día; contra el enrojecimiento; antimanchas; mascarillas...
Supuesto busto de la emperatriz
guardado en EL LOUVRE
Cortesía: National Geographic
La genuina dama romana llevaba según sus gustos o necesidades diferentes artículos y recipientes cosméticos. Casi con seguridad, no olvidaba una polvera.
EDAD MEDIA
Durante la extensa Edad Media, como venía siendo habitual, los tratamientos estéticos eran privilegio de las mujeres poderosas. A pesar de ello, no solían mostrarse llamativas o recargadas.
Aunque se permitían el uso discreto del colorete, preferían la piel clara. Para este propósito llegaban a poner en riesgo la salud utilizando protocolos arriesgados. En cambio, se centraban en exhibir tocados y peinados refinados. Según las modas de cada momento llevaban largas melenas, recogidos o sombreros de diferentes estilos.
Retrato de PIERO POLLAIUOLO
1441-1496
RENACIMIENTO
OJOS CEJAS: Los ojos se perfilan con kohl y las cejas se afinan extremadamente llegando incluso a desaparecer.
MEJILLAS: La piel clara sigue marcando tendencia aunque un colorete discreto está bien visto. El brillo del rostro se consigue aplicándole claras de huevo.
CABELLO: Triunfan los diseños muy elaborados que combinan trenzas perfectas con mechones lisos y largos.
Los grandes aliados de la mujer para mejorar la apariencia del rostro eran los boticarios.
Cortesía: Strada dei Vini e dei Sapori
dei Colli di Forli e CesenaProliferan publicaciones que aconsejan utilizar determinados trucos de embellecimiento. Entre ellos tuvo gran éxito 'Gli experimenti', escrito en 1500 por Caterina Sforza que, además, revelaba fórmulas para envenenamientos.
LA CORTE DE MARÍA ANTONIETA
La Historia nos recuerda que durante el siglo XVII las prácticas estéticas se diversificaron en los países y ciudades más elegantes de Europa.
Inglaterra se distinguió por una rutina: sobre la tez muy clara se aplicaba el color rojo a las mejillas y a los labios. Los párpados se pintaban de diferentes tonalidades.
Para las españolas el maquillaje, incluso aplicado por damas de la alta sociedad, estaba mal visto y apreciado como un engaño artificioso. No obstante, las mujeres poderosas no dudaban en resaltar rostro, cuello y hombros.
Las italianas, sobre todo venecianas, recurrían a productos tóxicos para aclarar al máximo la piel de la cara.
En Francia, la moda se dictaba en Versalles. Allí, como en una burbuja atemporal, mujeres, hombres y niños se maquillaban la cara haciendo buen uso del 'rouge'.
retratada por Vigée Lebrun
Durante el siglo XVIII, las españolas alcanzaban la blancura del rostro usando solimán, un preparado a base de mercurio y aclaraban el cabello con lejía.
Qué contenían los cosméticos de las españolas pudientes: almendras; pasas; huevos; limones; limas; miel; raíces de lirio; almizcle; azufre, y algalia, una sustancia pegajosa alojada cerca del ano de los gatos de algalia.
Maquillarse era peligroso ya que el cuerpo entraba en contacto con plomo, bismuto, azufre y minio.
Y en el XVIII ¿cómo mejoraban su apariencia las mujeres francesas? ¿Qué productos utilizaban para embellecerse?
Partimos de un principio: el top consistía en poseer una tez clara -iluminada profusamente con colorete- y el pelo rubio. También los ojos se circundaban con tonos rojos en la parte inferior.
Ahora será la reina María Antonieta el espejo en el que se mirarán todas las damas de Francia.
Mucho se ha escrito y se ha hablado acerca de las prácticas estéticas de la monarca. Se da por cierto que empleaba una diferente para cada día de la semana. Al respecto, reproduzco textualmente el contenido publicado por 'Harper's Bazaar' el 14 de agosto de 2020:
DÍA UNO
Primero una ducha caliente a base de salvado de arroz y hierbas, es importante incluir un exfoliante en este paso, y hacerlo en todo el cuerpo, lentamente, sin que falte ningún espacio de la piel. Después se utiliza una barra de jabón perfumado, para intensificar la limpieza y proporcionar buen olor... Se recomienda utilizar un aceite de almendras, del cual era fanática la reina.
DÍA DOS
Los perfumes de flores eran esenciales para la reina,
ya que con estos mantenía a la raya los malos olores de aquellos tiempos, a
pesar de que era fanática de los baños. Así que llenaba su habitación de
flores, y también le gustaba mandar a hacer fragancias para ella. Le
encantaba mantener un buen olor en ella misma, y a su alrededor...
DÍA TRES
Su cuidado de la piel era muy amplio y complejo, y dependía en gran medida de los líquidos de limpieza. Pero básicamente consistía en un limpiador, tónico, agua floral y cremas blanqueadoras, que se aplican por la noche, todos los días, en ese orden
KIRTSTEN DUNST
María Antonieta en la película homónima dirigida por Sofia Coppola dinamo.azteca.com
DÍA CUATRO
A las mujeres de aquellos tiempos les importaba y se aseguraban de que sus rasgos fueran visibles en habitaciones poco iluminadas, por lo que generalmente utilizaban bases bastante pálidas y rubores intensos en tonos rosas y rojos, para adornar las mejillas. Para los ojos se utilizaban las tonalidades pastel, pero lo más importante era resaltar...
DÍA CINCO
La belleza natural es esencial, por eso es importante un cuidado de la piel excesivo, ya que las mujeres de esa época se caracterizaban por tenerla de porcelana. La alimentación saludable, y lo más natural posible, e hidratación son básicas para esto...
DÍA SEIS
María Antonieta dejaba descansar su piel de vez en cuando, y dormir lo suficiente también era muy importante para ella
DÍA SIETE
La reina siempre quería mantenerse joven y con buena apariencia, era una obsesión que tenía. Incluso, la tachaban de que tenía algunos hábitos extraños como aplicarse cebolla en la piel alrededor de los ojos, para que estuvieran más iluminados, además de que bebía un tónico con extractos de oro para mantener su juventud. Es por eso que el largo ritual del baño lo repetía constantemente...
María Antonieta fue la personificación de la extravagancia y el derroche visual. Le encantaba pintarse lunares, llevar vestidos inapropiados, según las circunstancias, tacones altos y enormes pelucas que adornaba con objetos insospechados. Su esposo, Luis XVI, también se maquillaba y aplicaba colorete rojo a las mejillas.
Luis XVI
Luis quedó calvo a los 23 años y para no exponer su alopecia decidió usar pelucas. Las compraba en número y precio de escándalo. Los cortesanos se vieron obligados a seguir su ejemplo. Por coquetería, vestía lujosamente, calzaba tacones altos y utilizaba muffs de piel.
SIGLO XIX VICTORIANO
de
BERTHE MORISOT
'MUJER JOVEN EMPOLVÁNDOSE'
Mientras en España y Francia se iba refinando el maquillaje durante el siglo XIX, en Gran Bretaña arrasó el 'estilo victoriano' impuesto por la influyente e inflexible reina Victoria.
Reina Victoria I
La Corona y la Iglesia, bien allegadas, determinaron unas férreas normas para acicalarse con decoro. Ambas instituciones sentenciaron al maquillaje como una práctica impúdica reservada a las actrices y a las prostitutas. Las mujeres respetables eran las que renunciaban a colorear el rostro, recurriendo a sombrillas y sombreros para protegerse de la luz del sol. Los cosméticos de moda se reducían a la aplicación de agua de rosas, yema de huevo y avena.
El imperio victoriano impulsó para la mujer el hábito de llevar larguísimas melenas, más apreciadas cuanto mayor era su longitud.
LLEGA EL SIGLO XX
1900-1950
Al arrancar el siglo XX, mujeres y hombres presumían de exhibir un aspecto enfermizo, quizá por reminiscencias del cercano Romanticismo.
En España, se expandieron los llamados 'señoritos calavera'; aquéllos de quienes dice un conocido cuplé que se pintaban 'lunares y ojeras'.
ALBERTO SORDI
Caracterizado como
el artista de variedades
'GASTONE'
El hecho de que en el cine se mostrase un prototipo de belleza que creaba tendencia, convulsionó la industrialización de los cosméticos. Arrasaron firmas como Lancôme; Yves Rocher; Max Factor; Elizabeth Arden; Helena Rubinstein con sus famosos polvos rosa...
Los 'felices y locos años 20' supusieron, en muchos sentidos, una explosión de libertad inusitada para la mujer.
Fuente pexels-photo
La mujer chic se corta el pelo, llevándolo suelto o en graciosos recogidos. Le apasionan los tocados, diademas, sombreros y plumas en el cabello. Acorta la longitud de la ropa y enseña las piernas con naturalidad. Además, pinta los ojos con tonalidades sombrías, luce pestañas postizas y los labios 'rojo pasión'.
En la década de los treinta, las mujeres copian los maquillajes de divas de Hollywood como Greta Garbo y Marlene Dietrich: finura en cejas y labios.
Cortesía: Vanity Fair
El hombre 'dandy' también se deja influenciar por el cine estadounidense. Aunque apenas se maquilla más que los ojos con un toque de eyeliner , pone esmero en parecerse a los galanes de la gran pantalla vistiendo traje, corbata, abrigo elegante, zapato fino y sombrero.
La Segunda Guerra Mundial y la subsiguiente posguerra fueron largos períodos de desabastecimiento y restricciones. Los cosméticos escaseaban y eran prioritarios los alimentos de primera necesidad. El maquillaje se vuelve secundario.
Los cincuenta fueron los años de la mujer perfectamente 'arreglada' en el hogar y fuera de él. El pelo, prácticamente inamovible por la moda del cardado e ingentes dosis de laca. La cara, muy maquillada y llamativa con sombras de ojos verdes o azules a las que se suma rímel a discreción.
Cortesía: MadridLondon Beauty
Los rebeldes 60 dieron libertad y espontaneidad al maquillaje femenino. Los hombres, salvo en trabajos artísticos, no lo utilizaron. La mujer lleva el rostro profusamente coloreado e incluso utiliza maquillajes de fantasía en eventos festivos.
Cortesía: Bridgeman Images
En los años 70, mujeres y hombres están muy al tanto de los cosméticos que lanzan las marcas más elitistas, sobre todo francesas. Algunos músicos de rock adoptaron extravagantes maquillajes, peinados y un vestuario bastante influyente en la juventud del momento.
Los rostros se llenan de rímel, eyeliner y purpurina. Triunfa el gusto por lo unisex: largas melenas; pantalones con 'pata de elefante'; petos; y zapatos, zuecos y botas con altas plataformas.
BOY GEORGE
Cortesía: Radio Continente
En el vestuario ganan terreno las hombreras; monos; pantys llamativos para las mujeres; cazadoras con cadenas para los hombres. Llegaron los 80. Se acepta todo, nada resulta excesivo.
Los noventa fueron el contrapunto a la década anterior. Los maquillajes femeninos son austeros, pero eficaces. Los hombres lucen un tono de piel bronceado y lustroso.
DEL AÑO 2000 A LA ACTUALIDAD
En poco más de 20 años, muchas mujeres ha variado su maquillaje sin despegar la mirada de las normas dictadas por la moda. En la segunda década del siglo XXI, el hombre ha comenzado a maquillarse y a aplicar cremas de belleza al rostro. El cuidado constante del cuerpo dio como resultado al 'hombre metrosexual'.
Pero, ¿qué está pasando ahora mismo? Probablemente, los mejor. La piel de la cara y del cuerpo se cuida con rutina y esmero. La cosmética colabora a mantenerla limpia, hidratada y fresca.
Están al día las cremas con filtros solares; bases y maquillajes naturales; tónicos y mascarillas reparadores; cosméticos muy eficaces para eliminar, al final del día, restos de los productos utilizados.
Se prefiere un maquillaje natural que se centra sobre todo en el colorete y el contorno de ojos. El marrón con todas sus variantes -en el primer caso- y el negro y marrón en el segundo, son tendencia.
Los labios se perfilan y las manos llaman la atención por la aplicación de vistosas uñas de fantasía.
El cabello, no demasiado largo, gusta liso, ondulado y rizoso. Aunque es evidente un retorno a los cobrizos y castaños, el rubio platino se mantiene al día. En los últimos años aumenta el número de mujeres y hombres que renuncian a teñirse las canas junto a quienes se deciden por el pelo totalmente blanco.
En cuanto a la indumentaria, podemos decir bien alto: ¡Todo vale!
¿Queréis ver algunos maquillajes artísticos asombrosos? Aquí los tenéis:
MAQUILLAJES ARTÍSTICOS
istockphoto
Fuente: Josh Korngut
Reuters
Los conocidos como 'maquillajes étnicos son de una belleza apabullante. Disfrutad la selección que os propongo.
MAQUILLAJES ÉTNICOS
Fotografía: Lorena Samponi
Fotografía: Almudena Pérez Mínguez
Qué curiosas y polivalentes han sido y son las diminutas polveras. Me parecen mitad objeto estético, mitad cofre de secretos.
Si tuvierais que elegir una de entre las que seleccioné ¿con cuál os quedaríais? A mí me cuesta decidirme.
POLVERAS VINTAGE
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