DE
WOODY ALLEN
WOODY ALLEN
MARIAN PIDAL
'DÍAS DE INVIERNO, DÍAS DE RADIO'
Hace solo unas décadas, en España, millones
de ciudadanos vivían pendientes de la radio, el electrodoméstico mágico que se
encendía a primera hora del día y se apagaba al acostarse. O más tarde, porque
en ocasiones era el somnífero que combatía la angustia nocturna del insomne.
La familia al completo se reunía o se
dispersaba en torno a la radio dependiendo del perfil del programa de turno. Aunque
a ratos podía ser casposa, delirante o melodramática, la radio española cubría un
amplio espectro social. Ofrecía retransmisiones de partidos de fútbol con tal
detalle y emoción que el televisor parecía innecesario aunque arrasase en otras
tierras. Era la compañera infalible de las trabajadoras, en casa propia y por
cuenta ajena, a las que distraía con radionovelas lacrimógenas y asesoramiento estético-sentimental.
Los concursos prometían premios inverosímiles y 'los discos dedicados' difundían canciones de moda y demodés. Además, adoctrinaba, subliminal o directamente, al dictado de una moral estricta y una religiosidad omnipresente.
Entre la radio española y la
estadounidense se aprecian paralelismos. El imperio del Tío Sam supo acuñar
formatos y fórmulas que serían clonados o asimilados a la idiosincrasia de una
larga lista de países. Precisamente a la radiodifusión le debe Woody Allen muchos
recuerdos de infancia. Algunos se reflejan en la película 'Radio Days', 'Días
de radio' en España. Íntima y melancólica, sigue siendo una de las cintas menos
valoradas de su extensa cinematografía.
'Días
de radio', escrita y dirigida por Allen en 1987, repasa la historia de una
familia judía neoyorquina de clase trabajadora que vive abducida por las
estrellas y los programas radiofónicos.
de
'Días de radio'
En los años cuarenta, el pequeño Joe
-alter ego del propio Allen- rememora en clave de humor anécdotas reales que
entremezcla con relatos ficticios para que el espectador empatice durante todo
el metraje.
En Rockaway, a unos metros de la playa,
Joe vive con sus padres Tess y Martin, sus abuelos, tíos y primas. El numeroso clan
adora el glamour que desprenden las ondas y su imaginación magnifica lo que
escucha pero no ve.
'Radio Days' es una comedia ligera de
carácter coral interpretada por un espléndido reparto en el que sobresalen Seth
Grenn, Michael Tucker, Julie Kavner, Dianne West, Mia Farrow, Danny Aiello,
Julie Kurnitz y David Warrilow. Diane Keaton tiene una brevísima aparición y
Tito Puente, un cameo.
Están
delineados con especial esmero los papeles de Joe y sus padres; el de la tía
Bea, siempre en busca de marido, y el de Sally White, una joven que asciende en
pocos años de vendedora de cigarrillos a celebridad radiofónica. El resto de
personajes ayuda a redondear la trama.
El
filme arranca con un diálogo entre dos ladrones sorprendidos por una llamada
telefónica mientras perpetran un robo a domicilio. Instintivamente, responden y
participan en un concurso radiofónico consistente en adivinar el título de tres
melodías. A pesar del riesgo, deciden participar. El gag recuerda
extraordinariamente al que rodó en 1957 José Luis Sáenz de Heredia para el
largometraje 'Historias de la radio'. ¿Inspiración para Woody? Quizás. Si 'Días
de radio' incorpora rasgos del 'Amarcord' felliniano, como tantas veces se ha
dicho, también puede esconder referencias al realismo español.
De
principio a fin, la película de Allen aporta situaciones memorables como las
que evocan a Orson Wells y la invasión alienígena o la leyenda del jugador de
béisbol, discapacitado y heroico, que ganaba partidos en la Liga del Cielo. La
reprimenda que el rabino dirige a Joe por la sustracción de un dinero y la
charla del consejero matrimonial apuntan una ironía refinada; la primera visita
del protagonista al Radio City Music Hall, sencillamente conmueve. La
hilaridad, en el caso del mafioso que perdona la vida a la testigo de un
asesinato, convive con la desolación que contagia el fallido rescate de la niña
atrapada en un pozo. En definitiva, el ritmo se sostiene gracias a la labor de
montaje, digna de un equilibrista. Corta la respiración.
La
banda sonora, deliciosa, es una recopilación de temas escritos por autores de
la talla de Weill, Porter y Ellington. El 'background' está salpicado de
compases interpretados por Goodman, Miller, Dorsey, Shaw, Crosby, Miranda,
Cugat y Sinatra. Todos ellos nos fascinan con las legendarias 'Dancing In The
Dark', 'September Song', 'Body And Soul', 'In The Mood', 'La Cumparsita', 'Tico
Tico', 'Begin The Beguine', 'Frenesí', 'If You Are But A Dream', 'Babalu', 'That Old Feeling', 'Lullaby Of Broadway', 'American Patrol', 'Night And Day' y 'Take The ‘A’ Train'.
'Radio Days' es un revulsivo contra la tristeza. Insólito, teniendo en cuenta que es una obra nacida de la nostalgia. Los días de invierno, grises como los de Rockaway, son un buen pretexto para disfrutarla.
Artículo publicado en el periódico español 'El Comercio', por MARIAN PIDAL.
FICHA TÉCNICA:
Título : 'Radio Days'.
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